Cuando hablamos de negocios y de impuestos, el IVA (Impuesto al Valor Agregado) suele ser un tema que confunde a muchos emprendedores. Sin embargo, entender cómo funciona es más sencillo de lo que parece. Aquí vamos a explicarlo de forma clara y amena: el IVA no es tuyo, pero tendrás que manejarlo con cuidado.
¿Qué es el IVA y cómo funciona?
El IVA es un impuesto que pagan los consumidores finales por los productos o servicios que adquieren. Es decir, cuando vendes algo, el cliente paga el precio de tu producto o servicio más un porcentaje adicional que corresponde al IVA.
Por ejemplo:
- Imagina que vendes una camiseta por $100 y el IVA es del 16%.
- El precio final que cobrarás al cliente será $116.
- De esos $116, $100 son tuyos (tu ingreso por la venta) y los $16 pertenecen al gobierno.
Técnicamente, el IVA es dinero que simplemente pasa por tus manos: lo cobras al cliente y luego lo entregas al gobierno.
El IVA debe estar sumado al precio
Un error común entre emprendedores es olvidarse de incluir el IVA en el precio de sus productos o servicios. Esto puede convertirse en un problema, porque si no lo calculas correctamente, el monto que entregues al gobierno saldrá de tu ganancia.
¿Cómo evitarlo?
- Incorpora el IVA en el precio final: Asegúrate de que el precio que muestres al cliente ya incluya el impuesto. Por ejemplo, si tu producto cuesta $100 sin IVA, el precio que indiques debe ser $116 (en México donde el IVA sea del 16%).
- Sé claro en tu facturación: En la factura o ticket de venta, desglosa el precio para que quede claro cuánto corresponde al producto o servicio y cuánto al impuesto.
¿Qué hago con el IVA que cobro?
El IVA que recibes de tus clientes no es para gastarlo. Es un dinero que debes guardar para entregárselo al gobierno en el plazo que corresponda.
Deberás hacer declaraciones mensuales. En estas declaraciones, puedes descontar el IVA que tú pagaste por tus compras (conocido como “IVA acreditable”) del IVA que cobraste. Lo que quede será lo que tengas que entregar.
Por ejemplo:
- Cobraste $500 de IVA en tus ventas.
- Pagaste $200 de IVA al comprar insumos.
- Al declarar, solo entregarás $300 ($500 – $200).
Consejo práctico
Para evitar confusiones y problemas de liquidez, abre una cuenta separada donde deposites exclusivamente el IVA que cobras. Así, cuando llegue el momento de declarar y pagar, tendrás el dinero listo.
Conclusión:
El IVA no es tuyo, pero debes administrarlo con cuidado. Siempre inclúyelo en el precio final, guárdalo y decláralo puntualmente. De esta manera, evitarás sorpresas desagradables y manejarás tu negocio con tranquilidad.